Esta es la experiencia que describe lo que le sucede a nuestro usuario al que le hemos dado el nombre de Gonzalo Muñoz, aquí describimos una situación específica en un momento dado, el cual dejará explícito la actitud del usuario frente a nuestro diseño.
Gonzalo se levanta como a las tres de la madrugada era día jueves, faltaban cuatro horas para levantarse, a las siete su hora habitual, no entiende porque despertó antes, esta un poco asustado, preocupado, por lo que sucederá, será un día difícil, lo puede advertir, se incorpora en la cama con esa sensación de angustia que no sentía desde hacia mucho tiempo, casi desde que era niño, alcanza a recordar.
Sale de su habitación, su departamento esta oscuro y un poco helado puede sentir la ciudad respirando a sus pies, se detiene un momento para sentir tal vez algo de calma pero nada, se dirige a la cocina, a beber un vaso de leche tibia, igual como la que le hacia su madre cuando estaba en el colegio y posteriormente en la universidad, la iré a ver este fin de semana recuerda, no lo dejare pasar.
El trayecto entre su habitación y la cocina se hace eterno, todo sigue oscuro y nadie prende la luz, como la iban a prender si ahora vivo solo… Luego de unos pasos puede ver que se esta acercando a la cocina, cuando de pronto su vista acostumbrada a la oscuridad de su departamento, comienza a ver algo de luz al principio se extraña pero luego recuerda que es su pequeño jardín que esta sobre el refrigerador y que funciona con unos LEDS de color rojo la vista es increíble, sobre su refrigerador, ese pequeño jardincito ilumina de noche y en plena oscuridad casi toda la cocina y el comedor, la vista lo deja por un segundo sin respiración, puede observar sus hierbas gourmet, que al principio no entendía mucho cual era el sentido si desde el supermercado viene todo ya empaquetado, pero en ese mismo instante que realmente pudo observarlo, lo entendió, estaba ahí con su propósito, pequeño, pero interesante.
Cuando va a abrir su refrigerado para sacar su leche, puede observar como se ven el ciboulette la hierba que mas le gusta con si divertida forma, si se la observara más de cerca parecería estar en plena sabana africana, su color verde intenso, nadie lo puede negar. Es raro como la forma la disposición de estas hierbas gourmet es por decirlo menos perfecta, piensa Gonzalo, parecen estar cultivadas como en aquellas viejas mesetas de los incas, lo primero en ser observado es el ciboulette, entremedio de este se observa un poco más atrás, el cilantro, fino y aún pequeño, pero mas sinuoso, un poco más atrás como unos pequeños arbolitos, reaparecen las aromáticas albacas, y en un plano más bajo, entremedio de todos los tonos de verde reaparecen en gloria y majestad unos pequeño puntos rojos, que en realidad son unos deliciosos y divertidos tomatitos cherryes.
Gonzalo después de observar este conjunto de elementos vivos vuelve a retomar el real motivo, por el cual fue a la cocina, su leche tibia, pero en vez de volver a su cama se queda sentado en su cocina observando este pequeño mundo independiente, que funciona de manera autónoma y ajena a todo el ajetreo del medio ambiente, le entrega esta pequeña tranquilidad que tanto añoraba, luego de un rato de contemplación, no sabe si fueron sus aromas intensos, que lo hizo recordar un rico plato especial que le hacia su madre, o si tal vez fue la luz tan cálida y tenue que le entrega este jardín sensorial, pero lo que si sabe, es que se siente tranquilo y calmado. Ya el amanecer que está por llegar no se aprecia tan complicado como hace unas horas atrás...